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Corvina Rubia

Cuerpo fusiforme, moderadamente elevado, comprimido pero levemente deprimido a la altura de las aletas y una serie de 4 pares de barbas diminutas, que pasan generalmente desapercibidas. Preopérculo aserrado pectorales debido al ensanchamiento de la parte ventral del cuerpo en esa zona. Esta cubierto por escamas grandes y fuertes. La línea lateral corre aproximadamente paralela al dorso del cuerpo y se continúa sobre la aleta caudal. Cabeza grande. Boca pequeña, con una leve prominencia de la mandíbula superior. La aleta dorsal escindida en dos partes, la primera está compuesta por radios duros solamente y la segunda por un radio duro y los demás blandos. Caudal truncada. Anal pequeña, precedida por dos espinas, de las cuales la primera está bien desarrollada. Su coloración es dorso y flancos amarillo dorado, con estrías oblícuas más oscuras, vientre blanco. Aletas también amarillo dorado, más claras las pectorales y ventrales que las restantes. La talla máxima observada en las costas bonaerenses es de 63cm.

Es una especie de mar que tenemos la suerte de poder contar con su presencia durante los meses de Septiembre, Octubre, Noviembre y principios de Diciembre. La llegada de la corvina a aguas del Río de La Plata según nuestro amigo y guía de pesca Miguel Alvarado se debe a un proceso de desparasitación interior y exterior. En el mar tienen una "garrapatita" pegada en las aletas, branquias, por todos lados y adentro tienen un parásito que es como un arroz con un pelito (como un bigote de camarón) de color blanco. Todo esto cuando entra en el agua dulce se limpia, o sea que se mueren estos bichitos. Entran a hacer ese proceso de desparasitarse/limpiarse interna y externamente y después procrear. En la Bahía de Samborombón es donde hacen el desove más fuerte porque es donde encuentran la comida necesaria para toda la cría. Cuando la corvina ingresa al agua dulce no toma la carnada hasta que se acostumbra un poquito al ámbito de agua dulce porque es una especie de agua salada. Cuando ya se acostumbra y se desparasitó comienza a tomar carnada de agua salada.

Cómo pescarla?

Se pesca embarcados y anclados sobre los pozones donde el fondo es de piedra. Existen varios en la zona del Río de La Plata que da a Magdalena. Lo atractivo de esta pesca es que no solamente debemos estar anclados sobre un pozo de piedra sino que además estos pozos deben tener alimento para las corvinas (mejillones asiáticos ahora, antes los pozos estaban cubiertos por una almeja que vivía en la piedra y era muy parecida a la del mar pero de caparazón mucho más grueso, corrugada por hacer tanta resistencia para clavarse en las piedras y hace años atrás también había un cangrejito pala que se expulsa por presión de agua, no camina. Esto está despareciendo porque el mejillón asiático se acomodó en las piedras y tapa todos los huecos, le ganó el ámbito), si los pozos están sin alimento va a ser una tarea imposible poder pescarlas. Los días que hay muchas olas estemos seguros de estar anclados, porque sino no vamos a pescar. Las olas levantan la embarcación y muchas veces perdemos el fondeo, tener eso en cuenta. La manera más fácil de darnos cuenta si estamos anclados es tirando las líneas siempre a popa (parte trasera de la embarcación) y que el nylon siempre quede tensado en esa dirección, si la línea afloja y pasa a estar delante de la embarcación quiere decir que perdimos el anclaje.

Caña: tiene que ser de 2,00 a 2,50 metros de largo de acción de punta, preferentemente varas livianas.

Reel: frontal o rotativo preferentemente utilizar este último cargado con nylon de 0,40 o multifilamento para sentir mejor la pelea que nos brinda la corvina rubia cuando la clavamos.

Línea: la que mejores resultados está dando son las que tienen dos anzuelos ya que por más que sea una especie que se encuentra siempre en el fondo muchas veces enganchamos en el anzuelo de más arriba. Madre de 0,60 de 1,20 metros de largo y brazoladas de 70cm. aproximadamente. Anzuelos Nº 4/0. Se pesca a fondo con plomadas que varían según la correntada o el viento que haya.

Carnada: debemos encarnar con camarones de mar crudos, anchoas también son muy rendidoras. Se puede experimentar poner dos camarones y en el medio de ambos una anchoa que también da muy buenos resultados. No se olviden de atar la carnada en el anzuelo, es un detalle fundamental para la pesca de las rubias sino cada vez que saquen van a traer los anzuelos sin carnada.

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