Sábado 13 de Agosto de 2011, después de la tormenta...
Luego
de un viernes de mucha tormenta, nos encontramos con un día
sábado con sol, con muy poco viento y con el río de la plata
con agua al mediodía y en creciente. Decidimos embarcarnos,
pese a que la tabla solunar nos arrojaba una pesca neutra.
A
las 14 horas estábamos ya navegando hacia el este. Fue una
navegación corta cuando decidimos probar suerte a los 3500
metros de la costa. Comenzamos la deriva, cebamos el
territorio y mojarras al agua. No necesitamos usar el ancla
de capa dado que la velocidad del viento era muy escasa como
para frenar la deriva con algo.
A
las 14:30 tuvimos el primer pique, que a esa hora de la
tarde no estaba muy firme, eran piques espaciados y sin
mucha desesperación por tomar la carnada por parte del pez.
A medida que las horas iban corriendo el pique se fue
adueñando más de la escena y como dicen los que saben al
atardecer todos los peces comen.
Esta
vez no pudimos entrar a la mañana, la marea daba agua muy
temprano (4 de la mañana) entonces decidimos ingresar al
mediodía con el río en creciente. Fue una jornada de piques
constantes después de las 16 horas hasta el momento en que
el sol desapareció y ahí emprendimos el viaje de vuelta.
Usamos como de costumbre líneas tramposas de 3 boyas y en
una de las líneas teníamos la tan rendidora bigotera que es
la que está marcando la diferencia con respecto a los demás
anzuelos. La carnada utilizada fue la mojarra viva, a veces
le agregábamos algún pejerrey fileteado ahí mismo, probamos
con mojarras saladas también para ver que pasaba pero no
tuvimos suerte.
No
tuvimos la fortuna de clavar pejerreyes grandes, pero nos
entretuvimos pescando medianos que antes de tomar la carnada
jugueteaban con nuestras boyas. Por las condiciones adversas
con las que entramos (tabla solunar marcando pesca neutra,
río un poco revuelto post-lluvias y pocas horas de pesca)
nos fuimos conformes con la pesca realizada.
Los
piques se dieron casi todos cerca de la embarcación, salvo
alguno que fue clavado a la lejanía, pero a la hora en que
el sol caía el pique era constante y las boyas no llegaban a
derivar muy lejos ya que eran interceptadas en el camino.
Nos
dio el río buenos piques, sacamos 15 pejerreyes entre los 2
pescadores que ingresamos a hacer el relevamiento en pocas
horas. Vemos que el pique está presente, por ahora el pez
sigue estando, esperemos que nos acompañe por un tiempito
más.
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