26-10-2011 seguimos a pura Corvina en Magdalena, cantidad y
calidad
El reloj marcaba las
14:40hs cuando finalmente después de unos inconvenientes en
la bajada de lanchas pudimos comenzar a navegar en busca de
una buena pesca y con los minutos contados. El viento
soplaba de tierra a 25km/h aproximadamente con rachas que
superaban este valor, el río naturalmente movido. Después de
20 minutos de navegación a favor de las olas y del viento
llegamos al punto que nos había marcado nuestro amigo el
guía Miguel Alvarado donde días atrás habían realizado una
jornada de pesca de 55 corvinas. Llegamos a destino, bajamos
el ancla, comprobamos estar quietos y no ser arrastrados por
el viento y ahora sí, momento de de encarnar los camarones y
tirarle a las rubias.
Estábamos a la espera,
arrancamos con unos bagrecitos chicos que están presentes
siempre en cualquier lugar del Río de la Plata. Seguíamos
encarnando y seguíamos insistiendo, pasaron 15 minutos de
sequía hasta que decidimos levantar el ancla y movernos si
en los próximos 10 minutos no pasaba nada, ya que en ese
pozo por más que sea rendidor estábamos lejos de la costa y
con el río como para tenerle respeto. Ahí llegó la corvina
que nos hizo cambiar de opinión y dejar el ancla en ese
lugar. Uno de los dos pescadores integrantes del
Equipo
de Pesca en Magdalena levanta la primera. Ahora sí, seguros
de que había pescado comenzamos la búsqueda con lanzamientos
a diferentes sectores para encontrar el cardúmen. A los
pocos minutos el otro pescador viene con un doblete de
corvinas. Ya el panorama era distinto. Hasta acá todas
medianitas. Las grandes dieron el presente y empezaron a
picar también.
De repente el guía de
la zona nos llama por teléfono para ver como andaba la
pesca, hasta ese momento le comentamos que ya llevábamos 6 y
nos dió un consejo de tiro que a uno de los pescadores le
hizo sacar 10 corvinas una atrás de la otra. Es de buen
pescador saber escuchar y probar hacer lo que uno que sabe
le esta diciendo. Ya la jornada estaba muy rendidora, en
poco tiempo el cajón lo teníamos casi colmado, se tiraba
sobre el mismo punto para seguir levantando del cardúmen. A
uno de los dos pescadores este punto le dió resultado, al
otro como en ese lado no tenía respuesta volvió a tirar para
donde estaba pescando al principio, activándosele nuevamente
el pique.
Esta vez entramos
tarde, y en poco tiempo levantamos 18 corvinas rubias, una
atrás de la otra, en un pozo que evidentemente está con
mucho alimento para esta especie, porque de nada vale que
haya piedra
si
en las piedras no hay mejillones que es lo que las corvinas
buscan en este ambiente.
Los aparejos utilizados
fueron caña Albatros modelo Paranacito de 8 pasahilos (vara)
de aproximadamente 2 metros. Reel rotativo sapito cargado
unas vueltas con nylon del 0,40 y completando el carretel
con multifilamento grueso. Los dos pescadores con líneas
diferentes, uno con un solo anzuelo y el otro con dos
anzuelos, todas las bajadas de 70cm. La madre de la línea
con nylon del 0,60. Anzuelos 4/0. La carnada y la única que
utilizamos fueron camarones frescos bien atados con hilo
para atar carnada.
Estos fueron los
materiales que utilizamos, siempre hay que ir probando con
diferentes líneas, con distintas bajadas y con distintos
tamaños de anzuelos si recibimos piques y no podemos clavar.
Recuerden que donde tienen un pique es muy probable que
tengan muchos piques más, siempre tirar al mismo lugar donde
pica, hasta que se corte y buscar otro sector. Las corvinas
cuando están se hacen notar enseguida, si pasa una hora
donde no hay pique es probable que no haya por el resto de
la jornada.
Gracias a este Río
estamos teniendo una excelente pesca, se afianzó el pique
como era de esperar y por unos cuantos días más esperemos
disfrutar esta especie que siempre con equipos livianos nos
brinda una batalla digna para el pescador.
A las 18 hs. levantamos
todas las líneas, levamos el ancla, motor en marcha y a
navegar en contra de las olas y del viento.
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